Al finalizar la conferencia de Tíscar Lara de la semana
pasada, una de las preguntas llamaba la atención sobre la situación en la que
quedan aquellas personas que no poseen los dispositivos móviles adecuados para
integrarse plenamente en una enseñanza con nuevas tecnologías, sin irnos a
países más pobres, quedándonos en nuestro país, ¿todos los universitarios
tienen un móvil con acceso a Internet, tablet, etc ?
Si nos fijamos en la biblioteca (trabajo en la Biblioteca de
Ciencias de la U.V.) lugar en el que podemos presuponer que las nuevas
tecnologías son fundamentales, uno de los servicios que más éxito tienen es el
préstamo de portátiles, parece ser que por dos razones fundamentales: los
ordenadores que en su mayoría tienen los alumnos son antiguos y pesados,
prefieren tomar prestado uno que cargar con él y por otro lado, algunos están
intentando reponer el ordenado que no les funciona. Por tanto, la llamada "brecha
digital" no solo se da entre países desarrollado y países en vías de
desarrollo; ni entre personas de más edad y más jóvenes; en ocasiones también
viene propiciada por el poder adquisitivo de los estudiantes de la universidad
pública.
Por otro lado, las nuevas tecnologías acercan la cultura a
personas que de otra forma no tendrían acceso o lo tendrían más difícil para
llegar a ella. Los cursos on-line posibilitan que muchas personas que no
podrían asistir a unas clases presenciales aprendan, y no simplemente aprendan,
se relacionen con personas con las que de otro modo no tendrían la posibilidad,
como nos decía Jesús Salinas en su conferencia, el conocimiento se socializa.
Con los objetos de aprendizaje abierto la cultura es más
solidaria (Jesús Salinas) pero, en mi opinión aquí está la paradoja, la brecha
digital entorpece que algunas persona accedan al conocimiento. Javier de la Cueva, en un trabajo donde explica las acciones que va a llevar a
cabo para apoyar una iniciativa de las mujeres musulmanas hace referencia a
este hecho, todas las acciones que se realizan en Internet llegan solo hasta un
determinado público, pero él recalca dos hechos que me parecen muy interesantes:
1. "No debemos subestimar a aquellos actores que solo se dediquen a hacerse eco, los conocidos como "activismo de click, activismo de salón o activismo de sofá", porque mientras a más personas se llegue más son las posibilidades de que la información llegue a individuos dispuestos a llevar a cabo los actos en la calle"
2. Si Internet tiene suficiente repercusión llega a medios de participación pasivos, como la televisión. Y aquí interviene lo que él denomina "ecología de medios", Internet y la televisión / radio se retroalimentan
Me parece fundamental crear entornos de aprendizaje flexible
donde todos podamos experimentar y compartir experiencias y compartir
materiales; pero estoy de acuerdo con Jesús Salinas, el espacio debe ser
abierto y creativo pero también evaluado y certificado, si detrás no hay una
certificación, una recompensa, es difícil conseguir que las personas
participemos.